Los afamados Cayos de Florida, la parte más sureña de los Estados Unidos, son uno de esos bellos retiros del mundo. Un conjunto de islas entre Miami y la unión entre el océano Atlántico y el golfo de México, interconectadas por una carretera de 181 kilómetros y 22 puentes.
El camino hacia el último de los cayos tiene etapas notables de amplias vistas panorámicas sobre el cristalino mar, alistando al viajero para la esencia de estas islas.
Amparo de piratas y marinos, personas impugnadas y hasta buscadores de tesoros, el espíritu de la ‘República de la concha’, como designan cariñosamente a la isla los lugareños, se siente mejor al atardecer, con chanclas, los hombros tostados por el sol y un cóctel en la mano. Es por eso que hoy te contamos cinco motivos propios de Cayo Hueso por los cuales deberías visitarlo.
1. HEMINGWAY
Si bien el trigésimo tercer presidente de los Estados Unidos, Harry S. Truman, conservó en la isla su ‘Pequeña Casa Blanca’ por años, no hay duda de que Ernest Hemingway fue el vecino más célebre de Cayo Hueso de todos los tiempos.
La vivienda de este célebre escritor se puede visitar en el centro de la ciudad, su escritorio, todavía hoy se conserva intacto, apartado del edificio principal y al alcance de una gradería de metal. Su máquina de escribir reposa sobre una sencilla mesita, corre la brisa y el resplandor de la piscina y las plantas tropicales se irradia en el ventanal norte.
La figura de Hemingway en la isla es tan envolvente que sus retratos están en múltiples de negocios, y existe incluso un concurso de parecidos razonables que encanta a cientos de barbas blancas recortadas en el día de su cumpleaños, el 21 de julio.
2. MARISCOS Y PASTEL DE LIMA
La mejor elección para disfrutar de la cocina local en Cayo Hueso son los productos del mar. Uno de los distintivos locales son las Conch Fritters (Concha de caracol frita), que puedes hallar como aperitivo en la mayoría de bares y restoranes. La pesca del día es siempre encantadora: el mero, el pargo y la langosta predominan para deleitarse en espacios al aire como Blue Macaw o The Thirsty Mermaid, de contexto más minimalista.
Para postre, no falta una de las especialidades de la zona, el Key Lime Pie o pastel de lima, hecho con limas locales. Es un magnífico dulce con un penetrante sabor lima-limón, cuya mejor y más antigua receta está muy reñida en la ciudad. Para un ambiente más selecto, merece la pena tomar un breve paseo en ferry para cenar o desayunar en la pequeñísima isla Sunset, donde se localiza Latitudes, estimado como uno de los restaurantes más románticos de todo Estados Unidos.
3. CHAPUZONES Y NAVEGACIÓN
No hay mejor modo de conocer Cayo Hueso que surcando el mar que rodea la isla. Los amantes de la playa tienen un buen grupo a la mano, entre ellas sobresale Fort Zachary, un parque estatal con ruinas militares, un bosque al lado del océano y áreas donde tomar un helado, practicar esnórquel o visitar el arcaico fuerte y sus cañones.
Para los que opten por vislumbrar el agua desde su superficie, un paseo al atardecer en uno de sus bellos veleros clásicos mejorados es un auténtico regalo. Hindu o Classic Harbor Line son dos ejemplares encantadores.
4. ESPECTÁCULO DE MALLORY SQUARE Y DIVERCIÓN
Todo el mundo encomienda dar una vuelta por el muelle de Mallory Square al caer la tarde. Allí, además de la grandiosa puesta de sol, se reúne toda una colección de los mejores artistas, malabaristas y mercaderes ambulantes que alientan a la multitud pasajera que se lleva congregando allí a diario desde los años 60.
Mientras concluye el día, bebe una margarita en el colorido Sunset Pier, que brinda música en directo y una vista favorecida del ocaso. Desde allí puedes transitar por docenas de bares en la Calle Duval, desde el Smallest Bar in Key West al clásico Sloppy Joe’s con su contexto marinero y música de los 70. Seguro que en alguna de las paradas de la noche oirás temas de Jimmy Buffet, otro de los populares residentes de la isla.
5. SU HISTORIA Y CUBANÍA
Para ser una isla de apenas 11 km cuadrados, Key West tiene muchos museos pequeños e interesantes. Desde el Museo de Historia y Cultura local, atravesando por un encantador acuario con lo mejor de las especies marinas locales o el extraordinario Museo de Mariposas, con ejemplares de todo el mundo, una vegetación espléndida y una pareja de sociables pelícanos rosas.
Allí también se encuentra la Casa Museo del presidente norteamericano Harry S. Truman o el Museo de buques hundidos, con auténticos tesoros hallados bajo el mar, como monedas del galeón español Santa Margarita, que naufragó en la costa de Cayo Hueso en el 1622.
Yuniet Blanco Salas